El seroma es la acumulación anormal de fluidos serosos que se desarrolla algunas veces tras la cirugía. Es especialmente común después de las disecciones grandes, como la mastectomía, el aumento de pecho, las abdominoplastias y los liftings corporales y faciales. Por lo general, el seroma se resuelve por sí mismo en unas pocas semanas. Sin embargo, la acumulación de líquidos estira la piel y hace que se hunda, causando malestar y ansiedad junto con una recuperación prolongada, una estancia mayor en el hospital, visitas más frecuentes a la consulta del médico y un presupuesto de salud al límite. Hay distintos factores que influyen en la formación del seroma pero su papel en la patogénesis varía de un paciente a otro. Para prevenir y controlar la formación del seroma, es muy importante entender cómo surge.
La fisiopatologia de la formación del seroma no se entiende completamente, pero se supone que el derrame de los vasos linfáticos es la causa principal de la acumulación de fluido linfático. Sin embargo, también se piensa que el seroma es algo más que la mera acumulación de suero. Se forma probablemente por la exudación inflamatoria aguda. Durante la operación, los tejidos circundantes, los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos resultan traumatizados. Como reacción al trauma, surge la inflamación en una zona de la parte operada. En otras palabras, el cuerpo se llena de linfa causando dolor e hinchazón tras la cirugía. Algunas veces, debido a que los conductos resultan traumatizados, la linfa, en lugar de drenarse, se acumula, y esto conduce a la formación del seroma.
Los pacientes deberían ser conscientes de la posibilidad de que se forme el seroma. Generalmente se les dice que vigilen la zona operada por si surgen anormalidades y complicaciones. Aunque el seroma no es muy peligroso, puede producir complicaciones serias como necrosis de la piel, retraso en la cicatrización, infecciones, predisposición a la sepsis y al linfedema. La formación del seroma también puede verse afectada por factores como la edad, el peso, la diabetes y la hipertensión.
La abdominoplastia es uno de los procedimientos tras los cuales puede ocurrir el seroma. Según varios estudios, la incidencia de seroma tras la abdominoplastia oscila entre un 5% y un 50%. También se ha observado que algunos pacientes son más propensos a desarrollar esta complicación. Puede ocurrir debido a una amplia incisión en la piel del abdomen y a la disrupción de los canales vasculares y linfáticos.
La mastectomía es otra cirugía tras la cual puede surgir el seroma. La tasa de incidencia oscila entre un 15% y un 81%. Los factores que más influyen en la formación del seroma tras la cirugía de pecho son el número y el grado de afectación de los ganglios linfáticos axilares. La disección amplia de la mastectomía y de la linfadenectomía axilar daña varios vasos sanguíneos y linfáticos y conduce al seroma. Algunas veces, tras la mastectomía, los pacientes desean someterse a cirugía de reconstrucción de pecho y a cirugía del músculo dorsal ancho como primeras opciones. Sin embargo, según un estudio que examinó a varios pacientes que se habían sometido a reconstrucción del músculo dorsal ancho entre 1998 y 2003, el 47 % tenía seroma.
Se han desarrollado un gran número de métodos y técnicas quirúrgicas para reducir la formación del seroma. Los seromas pequeños, los cuales suelen ser visibles, se solucionan por sí mismos aunque no se traten ya que se calcifican formando nudos sólidos. Los seromas más grandes suelen requerir aspiración con aguja repetidas veces, mientras que los seromas intratables pueden requerir la sustitución del drenaje. Los seromas que se infectan pueden requerir terapia con antibióticos y, en raras ocasiones, cirugía. Sin embargo, la prevención parece ser el mejor tratamiento para el seroma y el drenaje es uno de los métodos más universales y aceptados de prevención. El uso breve de un sistema de drenaje reduce o incluso previene la incidencia del seroma en comparación con no usar ningún tipo de drenaje. Los vendajes de compresión para prevenir el seroma también se usan y de hecho son un método común usado por algunos cirujanos.